Oscar Niemeyer
Invitado por Lucio Costa, viajó a Estados Unidos en 1938 para participar en el proyecto del pabellón brasileño en la Exposición Universal de Nueva York. Dos años después, conoció al alcalde de la ciudad de Belo Horizonte y futuro presidente del país, Juscelino Kubitschek, quien le confió la construcción de un grupo de edificios alrededor del lago falsificado de Pampulha. En 1947 vuelve a viajar a Nueva York, esta vez como miembro del Comité Internacional de Arquitectos encargado de desarrollar el proyecto de la sede de Naciones Unidas (ONU)..
Una vez finalizada la dictadura militar, regresó a Brasil y continuó su intensa actividad. Durante estos años realizó numerosas obras en su país, como el Memorial JK, un museo dedicado a Juscelino Kubitschek en Brasilia (1980); la sede de la Red de Televisión Manchete (1983); los sambódromos de las ciudades de Río de Janeiro (1984) y de São Paulo (1991); el Panteón de la Patria Tancredo Neves (1985), en Brasilia; el Memorial de América Latina (1987), un inmenso centro cívico de ocho hectáreas en São Paulo; o el Museo de Arte Contemporáneo (1991), en Niteroi.
En 1988 creó la Fundación Oscar Niemeyer y recibió el premio Priztker de Arquitectura. Un año después fue galardonado con el premio Príncipe de Asturias de las Artes. El Museo Oscar Niemeyer fue inaugurado en 2002 en la ciudad de Curitiba, al sur de Brasil. En 2007 se realizaron por todo Brasil homenajes para conmemorar el centenario del nacimiento del arquitecto, que, a pesar de su avanzada edad, tenía todavía en marcha numerosos proyectos, como el Museo Internacional de los premios Príncipe de Asturias.
(Río de Janeiro, 1907 - 2012) Arquitecto brasileño, uno de los fundadores de la arquitectura moderna en su país y diseñador, con Lucio Costa, de Brasilia, la nueva capital de Brasil.
En 1928, después de terminar la escuela secundaria, se casó con Annita Baldo, hija de inmigrantes italianos. Dejó a trabajar en el estudio de tipografía de su padre y, en 1929, se matriculó en la Escuela de Bellas Artes de Río de Janeiro, que Lucio Costa dirigiría dos años después. En 1932 inició su carrera profesional en el estudio de arquitectura de Lucio Costa y Carlos Leáo, y en 1934 obtuvo el título de ingeniero-arquitecto.
Oscar Niemeyer
En 1936 recibió el encargo, junto con otros arquitectos, de diseñar el edificio del Ministerio de Educación y Salud de Río de Janeiro. Bajo la influencia de Le Corbusier, asesor del proyecto, añadió investigaciones para adaptar el edificio al entorno y una imaginación fértil. A partir de ese momento profesó el funcionalismo arquitectónico, profundizando gradualmente la relación entre arquitectura y medio ambiente.
Sin duda, el proyecto más ambicioso de la arquitectura latinoamericana del siglo XX fue el diseño y construcción de Brasilia, la ciudad que el presidente Juscelino Kubitschek soñaba construir como nueva capital del país y símbolo de su régimen democrático. Lucio Costa y Oscar Niemeyer fueron, desde 1956, los responsables de la ejecución del proyecto. El primero se encargó del diseño del plan constructivo de la nueva capital (en dos ejes de intersección), y el segundo se encargó del diseño de los edificios emblemáticos de la ciudad (residencia del presidente, Congreso Nacional, sede de gobierno y Catedral, entre otros), en el que combinaba imaginación y racionalismo de forma solitaria.
El Congreso Nacional y la Catedral de Brasilia
La ciudad de Brasilia se erige, en forma de cruz con brazos levemente arqueados, junto a un falso lago; cada una de sus tres zonas (o niveles) tiene una función específica: residencial, oficial (increíble) y comercial ("gregario"). Los edificios de apartamentos en forma de arco se construyeron sobre la amplia avenida (200 metros) que la cruza de norte a sur. Cada bosque tiene casas, tiendas y una escuela primaria. La Avenida Monumental, aún más ancha, corre de este a oeste y conduce a la Plaza de los Três Poderes, donde se ubican los edificios de la administración pública más importantes. En el centro comercial y social de la ciudad se cruzan las dos mencionadas avenidas. Muchos edificios de la ciudad son grandes construcciones de vidrio y hormigón, con formas originales e imaginativas, en las que se refleja la influencia de Le Corbusier.
Los dos arquitectos concibieron el centro de la ciudad como un lugar simbólico en el que debían ubicarse los tres pilares fundamentales de un estado democrático: Gobierno, Parlamento y Justicia. Niemeyer diseñó la Plaza de los Três Poderes, con un edificio para el Tribunal Supremo Federal (1958-1960), un complejo para el Congreso Nacional (1958-1960) y otro edificio para el Ministerio de Justicia (1962-1970). La escala de todos ellos es importante, y los principios funcionalistas y racionales de Le Corbusier se combinan con la búsqueda de un efecto escultórico. La Sé Catedral, con su torre en forma de corona, y el palacio presidencial (Palácio da Alvorada) también son creaciones notables. Su urbanismo y arquitectura confieren a la ciudad una cierta unidad, caracterizada por su amplitud, generosa perspectiva y líneas curvas y rítmicas. La nueva capital, nacida de la nada en la Meseta Central de Brasil, fue inaugurada oficialmente el 21 de abril de 1960.
En 1962 Niemeyer fue nombrado coordinador de la Facultad de Arquitectura de la recién creada Universidad de Brasilia. Ese mismo año viajó al Líbano para diseñar la Feria Internacional y Permanente de Trípoli. La noticia del golpe militar contra el presidente brasileño João Goulart en 1964 lo sorprendió en un viaje a Europa e Israel, donde expuso la Universidad de Haifa. Un año después, se retiró de la Universidad de Brasilia, junto con otros profesores, en protesta contra la política universitaria del régimen militar brasileño.
En 1966 viaja de nuevo a Europa, para visitar la exposición Oscar Niemeyer, el arquitecto de Brasilia en el Museo de Artes Decorativas del Palais du Louver, en París (Francia), donde se instala un año después. Entre sus obras más destacadas de este período se encuentran la sede del Partido Comunista Francés en París (1967-1972) y la Mezquita de Argel (1968) y la Universidad de Constantino (1969) en Argelia, entre otras.
Una vez finalizada la dictadura militar, regresó a Brasil y continuó su intensa actividad. Durante estos años realizó numerosas obras en su país, como el Memorial JK, un museo dedicado a Juscelino Kubitschek en Brasilia (1980); la sede de la Red de Televisión Manchete (1983); los sambódromos de las ciudades de Río de Janeiro (1984) y de São Paulo (1991); el Panteón de la Patria Tancredo Neves (1985), en Brasilia; el Memorial de América Latina (1987), un inmenso centro cívico de ocho hectáreas en São Paulo; o el Museo de Arte Contemporáneo (1991), en Niteroi.
En 1988 creó la Fundación Oscar Niemeyer y recibió el premio Priztker de Arquitectura. Un año después fue galardonado con el premio Príncipe de Asturias de las Artes. El Museo Oscar Niemeyer fue inaugurado en 2002 en la ciudad de Curitiba, al sur de Brasil. En 2007 se realizaron por todo Brasil homenajes para conmemorar el centenario del nacimiento del arquitecto, que, a pesar de su avanzada edad, tenía todavía en marcha numerosos proyectos, como el Museo Internacional de los premios Príncipe de Asturias.
Tras el fin de la dictadura militar, regresó a Brasil y continuó su intensa actividad. Durante estos años produjo numerosas obras en su país, como el JK Memorial, museo dedicado a Juscelino Kubitschek en Brasilia (1980); la sede de la Cadena de Televisión Manchete (1983); los sambadroms de las ciudades de Río de Janeiro (1984) y São Paulo (1991); el Panteón de la Patria Tancredo Neves (1985), en Brasilia; el Latin America Memorial (1987), un enorme centro cívico de ocho hectáreas en São Paulo; o el Museo de Arte Contemporáneo (1991), en Niteroi.
En 1988 creó la Fundación Oscar Niemeyer y recibió el Premio Priztker de Arquitectura. Un año después recibió el Premio Príncipe de Asturias de las artes. El Museo Oscar Niemeyer fue inaugurado en 2002 en la ciudad de Curitiba, en el sur de Brasil. En 2007 se rindieron homenajes en todo Brasil para conmemorar el centenario del nacimiento del arquitecto que, a pesar de su avanzada edad, aún tenía muchos proyectos en proceso, como el Premio Internacional de Museos Príncipe de Asturias.
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